Por las gastadas laderas
de mis caminos andados,
como una frondosa hiedra
va trepando la nostalgia.
Nostalgia de aquellos días
de los patios arbolados,
de los silbidos del tren…
de aquella jaula de pájaros,
del ladrido del “Cartucho”…
el perro marrón y manso.
Tarde de pique de ranas
de caza en el zanjón largo.
De la zorra con los peones…
del “papi”, gringo buenazo,
y de la “mami” velando
nuestros sueños si enfermábamos.
Presencia de mi familia,
mis viejos, mis dos hermanos…
cuando el tiempo parecía
que iba a quedarse estancado,
sin saber… la vida es río…
que pasa… y sigue pasando.
No es tristeza ni nostalgia,
es recuerdo azul y grato,
es saber que he sido amada
desde aquel mi primer llanto.
Es tener en mi memoria
el retrato de un pasado
que aún es presente en mí
por tanto amor que me han dado…
Noviembre de 2018.
Publicado en Hojas de Cultura. 2020. Compilación de una Experiencia. Capítulo VI. Hojas de Historia. Editorial Brujas. Córdoba. Argentina.