Editorial nº 18

E

Escribimos este editorial en un momento complicado. Unos días después del fallido atentado contra la Vicepresidenta, que provocó un repudio general, al que adherimos, aunque hechos posteriores dieron lugar a interpretaciones y opiniones diversas como señalaremos de inmediato, que pueden modificar los alcances de la condena. Entre ellas asume singular importancia el análisis de Lana Montalban, quien sostiene que “es un auto-atentado”. “Lo sostengo –dice– hasta que se demuestre lo contrario”. Y enumera 19 razones en las que basa su conclusión. En la primera, indica: “Con 100 custodios, pagados por la ciudadanía, ninguno actúa profesionalmente”. Luego dice: “Ella sonríe (…) Cero stress (…) ‘el plan va bien’…
No obstante lo convincente del análisis, persisten por lo menos dos convicciones generalizadas, la nuestra entre ellas: el intento de magnicidio realmente existió y en consecuencia es justo el repudio al hecho que hubiera significado un desastre en todo sentido; sin embargo, ello no “desincrimina” a CFK, no implica su inocencia, por más que el oficialismo se esfuerce en hacerlo aparecer así.

El motivo de estas consideraciones es mostrar el carácter necesariamente provisional de las apreciaciones que se formulan en  estas cuartillas, pues es muy probable que cuando ellas se publiquen, muchas hayan perdido actualidad, o se hayan resuelto de  una u otra manera, quizá muy distinta de lo que venimos conjeturando.
Por de pronto, recientemente han ocurrido acontecimientos y se ha producido cierta información que influyen poderosamente en la interpretación de las circunstancias que nos ocupan, como el inesperado triunfo de Juntos por el Cambio en las elecciones comunales de Marcos Juárez, y los datos sobre la personalidad de Fernando Andrés Sabag Montiel.
Pero las novedades que hacen cada vez más provisionales estas notas, no se detienen ahí. Según encuestas el intento de magnicidio no ha movido un voto en la intención de la ciudadanía; la esperanza oficialista en ese sentido ha fracasado. Por otra  parte, el domingo 18 de setiembre se conocieron declaraciones según las cuales el atentado estaba dispuesto para una semana  posterior “y este p. (Sabag Montiel) y su novia, se adelantaron y malograron la operación”.

En fin, consideramos innecesario insistir sobre los numerosos motivos que hacen a la precariedad de lo que hemos señalado. Con  esa tesitura, dejamos estas reflexiones en la versada consideración del lector.

Mario Argüello

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Mario ARGÜELLO, nació en Córdoba, el 14 de abril de 1931. Cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional de Monserrat, del que egresó como Bachiller Humanista y obtuvo el título de Profesor de Castellano, Literatura y Latín para la Enseñanza Superior, en la Escuela Superior de Lenguas (hoy Facultad de Lenguas) de la Universidad Nacional e Córdoba. Se ha desempeñado como profesor de Literatura Preceptiva y de Literatura Española en el Colegio Monserrat.
Ejerció el periodismo como redactor-lector del Servicio Informativo de LV3, Radio Córdoba, y se han publicado colaboraciones suyas en diarios y revistas del país como La Prensa, La Voz del Interior, La Gaceta de Tucumán, Tiempo de Córdoba, La Vanguardia, Bohemia y Figura, Laurel, Asueto, entre otras.
Ha publicado los libros de poemas: Aire amanecido (1961), El viento en las uvas (1981), Desde el otoño (2006), y De ayer y de hoy (2017) y la plaqueta “Al borde del ocaso” (2011). Poemas de silencio, de 1973, y Entre el vivir y el soñar, que obtuvo el segundo Premio Municipal de Poesía “Luis de Tejeda” en 1980, quedaron inéditos, aunque sus poemas integraron libros posteriores. Otras publicaciones: La poesía, lugar de reunión en Alejandro Nicotra (1981), Del Monserrat a Montserrat (1993), Detrás de la palabra (2000). El hombre y su dignidad (folleto – 1976). Narrativa: Cuentos leves y extraordinarios ( dos ediciones – 1997 y 2008); El envés de las sombras (novela - 2013).
Ha dictado cursillos y conferencias, y participado en lecturas de poemas en numerosas instituciones culturales del país y del extranjero.