Cuando la proa dorada del otoño
del cálido horizonte de verano se aleja
en las gélidas tinieblas del invierno
mis sueños oscurecen sus quimeras.
Pero no mueren, aletargan sus duelos
y cuando el alba de naciente primavera
anuncia gotas de perfumes y gorjeos,
mi corazón con esperanzas juega.
POR UNA NOCHE
Caminaba por cansados senderos que el calendario repetido puso polvorosos y áridos. Me detuve en la solitaria posada que tú abriste a mi cansancio. Mis manos levantaron las copas abandonadas por el tiempo y el engaño, mis labios mojaron hasta el último pétalo de la flor sin dueño. El sol desplegó tu noche, la gacela fue corcel y el caminante domador afortunado. Sólo instantes………… Para nuestras...