Raro destino el de la Argentina que, desde el momento mismo de su nacimiento como nación independiente, vivió a expensas de los préstamos dinerarios que los países dominantes en aquellos tiempos concedían no muy graciosamente a las colonias que pugnaban por su autonomía. Para la naciente Provincias Unidas (hasta cierto punto, claro está) pedir prestado fue una lógica que no abandonamos después de...