Editorial 15

E

Nuevamente nos encontramos ante la complicación que plantea el análisis de la situación general que enfrenta el país, desde los más diversos puntos de vista, dado la complejidad que la caracteriza y la hace extremadamente cambiante. De allí que el valor de las opiniones que se emitan en este momento, tendrá necesariamente la relatividad derivada de las circunstancias en que se producen, las que pueden ser muy distintas en el momento de su publicación.
Por ello conviene informar, para una mejor ubicación del lector, la circunstancia precisa en que se redacta esta página. Comenzamos a componer estos renglones el sábado 27 de marzo, vale decir, al finalizar la semana que la mayoría de los analistas políticos considera como la peor semana de Alberto Fernández. Paralelamente, se está tratando en Diputados el proyecto de ley que modifica el impuesto a las ganancias. Se estima que recién se votará en las primeras horas del domingo.
Durante esta semana, Alberto Fernández dispuso el retiro de Argentina del Grupo de Lima, conjunto de naciones que impugna la violación de los derechos humanos en la dictadura de Maduro. Este gesto de innegable apoyo al dictador venezolano, quien lo celebró como un triunfo, significó un generalizado desprestigio internacional y quedamos entre los pocos países ubicados del lado equivocado de la historia. Y el Presidente evidentemente devaluado.
Pero hubo otros motivos que aportaron razones para calificar a esta como la peor semana de Alberto Fernández. Por ejemplo: Mientras CFK aseguraba en el acto por el día de la Memoria que “no hay plata para pagar la deuda con el FMI”, y que por lo tanto no se pagaría, Alberto Fernández, en videoconferencia desde Olivos con el titular del Banco Mundial, David Malpass, ratificaba que Argentina honrará sus deudas. Recordemos también que al mismo tiempo el Ministro Martín Guzmán está negociando el acuerdo con el FMI y que en sus declaraciones la vicepresidente no solo expresó que la tasa y plazos son inaceptables (expresiones que implican un duro escollo para las tramitaciones del Ministro), sino también formuló una serie de afirmaciones falsas sobre su comportamiento y el de su espacio político en materia de endeudamiento externo, lo que fue rebatido y desmentido en la propia Cámara de Senadores y es absolutamente conocido en el ámbito internacional. El deterioro y la pérdida de identidad de la figura presidencial es evidente y va en aumento: Ya no hay dudas de que quien manda en el gobierno es Cristina; en Zoom, Gildo Insfran retó al Presidente delante de otros gobernadores; Hebe de Bonafini espetó a Alberto Fernández: “No se acostumbre a mentir”.
En la mañana de hoy, domingo 28, se votó en Diputados el proyecto de ley que modifica el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, con una serie de modificaciones respecto de lo aprobado por Senadores, de modo que volverá a la Cámara Alta para la sanción definitiva. Por otra parte, acorralado por su compromiso de salvar a Cristina de su abrumadora situación judicial, finalmente el Presidente se decidió ayer a anunciar que designará a Martín Soria, un violento verbal e ideológico del kirchnerismo, como ministro de justicia. Sus declaraciones aún antes de asumir, han causado reacciones incluso dentro de la coalición gobernante.
En corroboración de sus erráticas posturas, el presidente acaba de renegar de su compromiso de honrar las deudas; ha declarado que “Cristina tiene razón”, no se puede pagar.
Para colmo, apartándose de elementales normas diplomáticas que rigen este tipo de reuniones, el presidente provocó un conflicto tan imprudente como innecesario en el Mercosur. (El destacado analista y escritor, David Wald, escribió hace un par de días: “Nuestro Presidente Delegado en Vías de Extinción acaba de romper el Mercosur (…)”).
En el presente período a la Argentina le corresponde ejercer la presidencia del bloque. En las reuniones previas presidentes, ministros, asesores, tratan posibles acuerdos, disposiciones generales, asuntos de organización. Pero en la reunión final los presidentes de los países miembros emiten opiniones, propuestas, proyectos, y el Presidente pronuncia el discurso de cierre, por lo general analizando los sucesos fundamentales del período y sus ideas y opiniones sobre el acontecer institucional. Por supuesto que puede tener y exponer ideas y posiciones distintas y aún opuestas a las expresadas por los representantes de los otros países miembros, pero lo que no admiten las normas diplomáticas a que nos hemos referido, es responder polémicamente y en forma directa alguna de las propuestas, en razón de que el aludido ya no tiene oportunidad de responder. Es lo que ocurrió. El presidente de Uruguay Lacalle Pou, sostuvo y propuso la necesidad de flexibilizar disposiciones internas para que los países miembros puedan realizar acuerdos de libre comercio con otros países y otros bloques. Alberto Fernández reaccionó violentamente contra el presidente uruguayo. “Si somos un lastre –dijo en tono altisonante, dirigiéndose a Lacalle Pou− tomen otro barco”. Es decir, si no piensan como yo, váyanse a otra parte. Expresión arrogante que motivó este preciso comentario de David Wald, que no podemos prescindir de citar in extenso: “Creo que esta frase, tan corta como contundente, contiene todos los conceptos juntos del ideario kirchnerista, cuya base es la ineficiencia, la soberbia, la cerrazón intelectual y la culpa del Otro: (…) no queremos aceptar la flexibilización de que los países miembros realicen acuerdos con otros países y bloques. No somos capaces de integrarnos al mundo, pero haremos todo lo posible para que nuestros socios de 30 años tampoco lo hagan. Si no nos hacen caso quedándose encerrados en su economía chiquita, váyanse, la Argentina se queda sola, aislada y feliz. Además, que quede claro: los culpables son ustedes: Brasil, Uruguay, Paraguay”.
El Mercosur es el segundo bloque mundial, con un mercado de 300 millones de personas; sería de suma importancia aprovecharlo. Hace dos años se había logrado el importante acuerdo Mercosur-Unión Europea, luego de veinte años de negociaciones. De ese histórico logro comercial pasamos al actual maltrato a nuestros socios. La fundamental preocupación del gobierno en este momento es no perder las elecciones, y la impunidad de la vicepresidente, su familia, y todos los implicados en las causas de corrupción.
Desde aquellas jornadas en que comenzamos la redacción de estas líneas y que motivaron las consideraciones formuladas precedentemente, hasta este momento en que ya no es posible prolongar la entrega del material para su publicación, (habiendo transcurrido poco más de una semana) se han producido importantes novedades, trascendentes informaciones, acontecimientos y actitudes políticas, sociales y económicas que modifican sustancialmente el panorama general.
Nos encontramos en una situación muy delicada, en plena segunda ola de la pandemia con números alarmantes de contagios diarios y en algunos lugares con amenazas ciertas de saturación en el sistema sanitario. El gobierno está considerando la adopción de medidas restrictivas referidas a la circulación de personas y la prohibición de determinadas actividades, lo cual desde el punto de vista estrictamente epidemiológico sería correcto, pero se choca con los serios trastornos sociales, económicos y culturales que ello implica. Las autoridades son conscientes, aunque no lo reconocen, de lo problemático que resulta adoptar disposiciones que la sociedad no está dispuesta a acatar. Y se percibe que esta es una probabilidad cierta según lo acredita la experiencia reciente. Es que no hay confianza. El gobierno ha cometido gruesos errores, y más aún: conductas incorrectas como la vacunación VIP, que trató de justificar antes que reconocer con honestidad. (“Estamos vacunando, mientras otros…” expresó en su momento el presidente, y no era verdad, se había vacunado un número ínfimo de la población de riesgo y las vacunas anunciadas no llegaban. “Se trata de un caso puntual que ya fue superado” afirmó la Ministra, mientras siguen apareciendo casos de vacunación irregular en distintos lugares del país). Ningún gesto de arrepentimiento. Esto afecta la credibilidad y desmorona la autoridad moral.
Dejamos de lado, por la necesidad de ser breves no por falta de entidad de los asuntos, el detalle de algunos hechos y disposiciones que dibujan claramente la índole de la acción política del kirchnerismo. Por ejemplo la devolución a CFK y a sus hijos Máximo y Florencia del control de sus hoteles y propiedades, en las causas Los Sauces y Hotesur, donde se los investiga por supuesto lavado de dinero. Esta devolución a los Kirchner de la administración de sus empresas fue adoptada con los votos favorables de los jueces Daniel Obligado y Adrian Grünberg, ambos de la agrupación Justicia Legítima, y el voto en disidencia de Adriana Palliotti. Cabe recordar que el juez Obligado, es el mismo que otorgó la prisión domiciliaria a Boudou. Otro ejemplo es la politización electoralista en el tratamiento de la pandemia, y como consecuencia el empeño por postergar las elecciones, buscando obtener tiempo para mejorar la vacunación y alcanzar otros logros que acrecienten sus posibilidades electorales Otro: la interesada intención de entorpecer el funcionamiento de las instituciones de la República y las normas constitucionales para favorecer intereses privados de los “dueños” del Poder.
Dejamos de lado −reiteramos− el tratamiento en detalle de esos y otros asuntos, en aras de la brevedad, pero hay dos datos de la realidad, de trascendental importancia, a los que debemos referirnos. Y con ellos concluiremos: La gravedad de la segunda ola de la pandemia y el tremendo índice de pobreza que hemos alcanzado.
La segunda ola de la pandemia está ya en su plenitud, con records de más de 20 mil contagiados diarios, muy escasa vacunación y la presencia de nuevas cepas de extremada peligrosidad. Esto implica que tendremos que convivir con el virus por mucho tiempo ya que nada asegura una inmunización absoluta, y de ahí la necesidad de tomar absoluta conciencia de la responsabilidad que la sociedad toda y cada uno individualmente tenemos, en cuanto cumplir estrictamente con los cuidados conocidos. Es necesario incorporar a la rutina cotidiana esos cuidados por convicción propia como parte de nuestra cultura.
En cuanto a la pobreza, que no dudamos en calificarla como tragedia nacional, estimamos que debe ser motivo de la principal preocupación y ocupación de todos. En primer lugar de la clase política, tanto del oficialismo como de la oposición. Tener el 42% de la población por debajo de la línea de pobreza y peor aún el hecho de que el 57% de los menores sean pobres, obliga a encarar políticas de estado tendientes a superar tan infausta situación. A superarla de verdad, con medidas de fondo, creadoras de trabajo genuino, y no con planes que propician el pobrismo. Es inconcebible que la agenda política de hoy priorice la postergación de las elecciones, mientras medio país se debate en el hambre. “Argentinos, a las cosas”, nos decía el inolvidable pensador español. Hoy, la cosa es la pobreza.

La Dirección

 

Publicado en la revista n° 15 – Editorial Brujas. Córdoba. Argentina.

Acerca del autor

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Mario Argüello

Mario ARGÜELLO, nació en Córdoba, el 14 de abril de 1931. Cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional de Monserrat, del que egresó como Bachiller Humanista y obtuvo el título de Profesor de Castellano, Literatura y Latín para la Enseñanza Superior, en la Escuela Superior de Lenguas (hoy Facultad de Lenguas) de la Universidad Nacional e Córdoba. Se ha desempeñado como profesor de Literatura Preceptiva y de Literatura Española en el Colegio Monserrat.
Ejerció el periodismo como redactor-lector del Servicio Informativo de LV3, Radio Córdoba, y se han publicado colaboraciones suyas en diarios y revistas del país como La Prensa, La Voz del Interior, La Gaceta de Tucumán, Tiempo de Córdoba, La Vanguardia, Bohemia y Figura, Laurel, Asueto, entre otras.
Ha publicado los libros de poemas: Aire amanecido (1961), El viento en las uvas (1981), Desde el otoño (2006), y De ayer y de hoy (2017) y la plaqueta “Al borde del ocaso” (2011). Poemas de silencio, de 1973, y Entre el vivir y el soñar, que obtuvo el segundo Premio Municipal de Poesía “Luis de Tejeda” en 1980, quedaron inéditos, aunque sus poemas integraron libros posteriores. Otras publicaciones: La poesía, lugar de reunión en Alejandro Nicotra (1981), Del Monserrat a Montserrat (1993), Detrás de la palabra (2000). El hombre y su dignidad (folleto – 1976). Narrativa: Cuentos leves y extraordinarios ( dos ediciones – 1997 y 2008); El envés de las sombras (novela - 2013).
Ha dictado cursillos y conferencias, y participado en lecturas de poemas en numerosas instituciones culturales del país y del extranjero.

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Mario Argüello

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Mario ARGÜELLO, nació en Córdoba, el 14 de abril de 1931. Cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional de Monserrat, del que egresó como Bachiller Humanista y obtuvo el título de Profesor de Castellano, Literatura y Latín para la Enseñanza Superior, en la Escuela Superior de Lenguas (hoy Facultad de Lenguas) de la Universidad Nacional e Córdoba. Se ha desempeñado como profesor de Literatura Preceptiva y de Literatura Española en el Colegio Monserrat.
Ejerció el periodismo como redactor-lector del Servicio Informativo de LV3, Radio Córdoba, y se han publicado colaboraciones suyas en diarios y revistas del país como La Prensa, La Voz del Interior, La Gaceta de Tucumán, Tiempo de Córdoba, La Vanguardia, Bohemia y Figura, Laurel, Asueto, entre otras.
Ha publicado los libros de poemas: Aire amanecido (1961), El viento en las uvas (1981), Desde el otoño (2006), y De ayer y de hoy (2017) y la plaqueta “Al borde del ocaso” (2011). Poemas de silencio, de 1973, y Entre el vivir y el soñar, que obtuvo el segundo Premio Municipal de Poesía “Luis de Tejeda” en 1980, quedaron inéditos, aunque sus poemas integraron libros posteriores. Otras publicaciones: La poesía, lugar de reunión en Alejandro Nicotra (1981), Del Monserrat a Montserrat (1993), Detrás de la palabra (2000). El hombre y su dignidad (folleto – 1976). Narrativa: Cuentos leves y extraordinarios ( dos ediciones – 1997 y 2008); El envés de las sombras (novela - 2013).
Ha dictado cursillos y conferencias, y participado en lecturas de poemas en numerosas instituciones culturales del país y del extranjero.