Así, de pronto,
como un acto reflejo,
deslizo la mirada
hacia el hueco, ya inútil, del hogar.
En otros tiempos
(antes del gas domiciliario)
mis manos ordenaban,
como quien cumple un rito,
el bollo de papel,
ramillas secas,
unas astillas…
y los trozos de leña
que acababa de hachar.
Era crucial el acto
de encender la cerilla: ¡un desafío!
El fuego
poco a poco tomaba cuerpo
y fuerza.
Las llamas me narraban historias milenarias
con su danza.
Yo,
absorto,
zarpaba con la danza…
¿hacia cuáles parajes de qué mundos?
Esta tarde,
solo con mi nostalgia,
contemplo las cenizas
de aquellas ilusiones que otros fuegos
─sin duda para siempre−
consumieron.
Octubre de 2015.
Publicado en Hojas de Cultura. 2020. Compilación de una Experiencia. Capítulo VI. Hojas de Historia. Editorial Brujas. Córdoba. Argentina.