A mi esposa
El sol ilumina los tejados
de las casonas viejas.
Brillantes,
las hojas de los árboles
son esmeraldas
que acaricia el viento.
Tú estás a mi lado
como siempre,
desde aquel lejano encuentro.
La lluvia anega las calles
desoladas del pueblo.
Inclementes,
los rayos en la noche
son latigazos
que hieren las tinieblas.
Tú sigues a mi lado
como siempre,
desde aquel lejano encuentro.
Como en aquel lejano encuentro
apoyas tu cabeza sobre mi hombro.
Dulcemente
te dejas llevar por los senderos.
Ahora. Siempre.
Octubre de 2014.
Publicado en Hojas de Cultura. 2020. Compilación de una Experiencia. Capítulo VI. Hojas de Historia. Editorial Brujas. Córdoba. Argentina.