EL LEGADO HISTÓRICO DEL PERONISMO

E

Ya el bicentenario de la Revolución de Mayo puso en evidencia ante el mundo que los argentinos no tenemos república, ni federalismo, ni justicia, ni respeto por la Constitución, ni la dignidad de ciudadanos de una verdadera democracia.

Todo ello como resultado de un proceso político incalificable, legitimado por Congresos “payasescos” y por una Justicia cómplice, degradados ambos por la corrupción institucionalizada,  sabiamente administrada, y coronada por la delincuencia que nos gobernó durante los últimos doce años.

Pero la corporación mafiosa que detentó el poder en este último período, no cayó de un lejano planeta: provino de la entraña histórica del peronismo, y sus miembros fueron fieles exponentes de  un legado inocultable de autoritarismo, de violencia, de nepotismo, de venalidad y de delirios paranoicos, generados por el culto al poder por el poder mismo.

Cuando el viejo General regresa de su largo exilio, transformado en demócrata por la experiencia europea, por la edad y su salud quebrantada, deja un claro mensaje de civismo al abrazarse con su  histórico adversario político, a quien había encarcelado en su etapa dictatorial. Pero lamentablemente ese magnífico gesto no fue comprendido ni aceptado por la mayoría de sus adeptos, sobre todo por el ala sindical de su “Movimiento”, que fue aliándose a través de los años con los más contradictorios e increíbles representantes de la antidemocracia, a cambio de mantener y acrecentar sus delictivos negociados con las obras sociales de los trabajadores, con total impunidad. Tal vez nos ayude a comprender nuestra triste realidad de sociedad enferma, observar la tortuosa  trayectoria del peronismo tras setenta años de ejercer el poder en forma autocrática, o contribuyendo generosamente a desestabilizar gobiernos de otro signo. Significativamente hemos asistido en  este largo período a la absoluta decadencia de la cultura nacional y la total degradación de las instituciones republicanas y de la política, culminada recientemente con la aceptación mayoritaria de la más desfachatada “cleptocracia”.

Vayamos a los hechos y a innegables realidades:

A.- En 1943, a trece años de la destitución de Yrigoyen y la irrupción del militarismo en la vida institucional de la Nación, el ejército argentino estaba mayoritariamente constituido por militares pro-nazis en sus altos mandos, donde ejercía notoria influencia una logia de coroneles orientada por Perón, notoriamente cautivado por el fascismo italiano, con el cual se nutrió políticamente durante su estancia como agregado militar de nuestra embajada en Italia.

B.- Tras el golpe militar de 1943, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, e inspirado en la “Carta di Lavoro” de Mussolini, promueve la instalación de un gobierno corporativo, y la jerarquización, politización y venalidad del sindicalismo nacional.

C.- Explotando las injusticias que padecía la olvidada clase obrera, la convierte en “columna vertebral“ de un verdadero fascismo criollo, apoyado en sindicalistas fanatizados y corruptos.

D.- Adoctrina a la mafia sindical para cogobernar con el peronismo en el poder, y, por otro lado, desestabilizar gobiernos de otro signo político, como lo hicieron en el derrocamiento de Illia.

E.- Convierte en enemigo al adversario político; entroniza el clientelismo, la prebenda y la dádiva, aun en las Fuerzas Armadas.

F.- Sin el menor atenuante, los primeros gobiernos de Perón (1946 – 1955) configuran una verdadera dictadura: se suprimen las libertades cívicas; se encarcela a los opositores; se califica de “vendepatria” a quienes no comulgan con el régimen; se auspicia y premia la delación aun entre familiares; se oficializa el culto al Jefe iluminado e infalible, y a su segunda esposa, a quien inviste  de amplios poderes.

G.- Se crea el I.A.P.I., ente oficial comercializador de la producción y concentrador de las exportaciones agropecuarias, lo que posibilitó enormes negociados a los beneficiarios y financistas adictos, con total impunidad.

H.- Se instala la Fundación “Eva Perón”, sostenida por las contribuciones “voluntarias” del empresariado partidario, que monopolizaba los negocios y contratos con el Estado, como así también las  “espontáneas” donaciones de empresarios y trabajadores que no podían oponerse si pretendían continuar con su actividad. Jamás se rindió cuentas, ni se investigó el destino de los cuantiosos  fondos que “administró” discrecionalmente dicha fundación.

I.- Se dilapidó la riqueza, acumulada por las exportaciones agropecuarias durante la segunda guerra mundial, en emprendimientos improductivos, en detrimento de la inversión en infraestructura básica para la generación de energía, comunicaciones, vialidad, ferrocarriles, etc.

J.- El matrimonio presidencial negoció en su beneficio el otorgamiento de identidades apócrifas y pasaportes argentinos a numerosos sicarios del nazismo, que se radicaron en el país, donde gozaron de protección oficial.

K.- Fomenta la creación y el accionar delictivo de “Montoneros” y otras organizaciones terroristas, encaminadas a recuperar el poder, que no tuvo el coraje de defender cuando fue derrocado.

L.- Vivió diecisiete años en un exilio dorado, amparado por el dictador Franco, realizando inversiones inmobiliarias millonarias en España, seguramente con los ahorros de su sueldo de general.

M.- Regresado al país, apaña los crímenes de lesa humanidad cometidos por la “A.A.A.”, comandada por su mano derecha y hombre de confianza, el energúmeno López Rega. Ningún gobierno  peronista posterior ha considerado los “derechos humanos” de cerca de un millar de asesinados.

N.- Se agudiza el presidencialismo autocrático, así como la intolerancia y el fanatismo políticos. Los negociados con el gobierno generan un empresariado mayoritariamente corrupto, enemigo de  la libre competencia y de la superación tecnológica.

O.- Las políticas sociales, acabadamente electoralistas, arrasan con la dignidad de vastos sectores de la población, convirtiendo a los ciudadanos en meros demandantes de asistencialismo, en lugar de promover, incentivar y financiar la creación de nuevos puestos de trabajo.

P.- Consagra el corporativismo fascista como doctrina política del “Movimiento”; adaptación ideológica tan particular que permite a sus cofrades moverse cómodamente desde la extrema derecha hasta la ultraizquierda, con todos los matices intermedios, sin ruborizarse, según soplen los vientos propicios hacia la cima del poder.

Q.- Afirma para los tiempos el asfixiante centralismo de Buenos Aires, que se alimenta merced a la pobreza de muchas provincias. Inicia el desmantelamiento del federalismo, finalmente  sepultado durante la “década ganada”.

Podríamos agregar muchas “conquistas” más. Pero de ello se encargará, seguramente, el inefable conjunto de “historiadores militantes”, quienes alumbrarán “el nuevo relato de la Historia”, a la medida del más exquisito “progresismo”, representante cultural de una izquierda payasesca , felizmente eyectada de la cruel realidad planetaria.

Abril 2017.

Publicado en Hojas de Cultura. 2020. Compilación de una Experiencia. Capítulo I. Reflexión Política. Editorial Brujas. Córdoba. Argentina.

Jorge Flores Durán