En diciembre de 2023, en estas páginas se comenzó a hablar de la situación palestino – israelí y de la gravedad de los hechos que se venían por delante, además de las pertinentes consideraciones históricas.
Han pasado ya más de dos años sin que se pueda predecir el final de tanta barbarie, con ríos de tinta que relatan los hechos.
La cuestión ya ha sido y es analizada todos los días por los medios periodísticos y en general, el mundo mira para otro lado. Igual que cuando Mussolini o Hitler se hicieron con el poder.
Posiblemente ya poco más pueda decirse, pero desde Hojas de Cultura se considera necesario fijar posición, como ya se hizo hace dos años y además hacer algunas precisiones a modo de conclusiones.
La creencia generalizada, era que Israel tenía uno de los mejores servicios de inteligencia del mundo, como así también uno de los ejércitos más poderosos.
Sin embargo, el MOSAD fue burlado por un grupo terrorista y el ejército, poderoso ejército israelí, se ha pasado dos años bombardeando sin ninguna precisión, blancos dudosamente militares y dudosamente rentables desde esa perspectiva, porque no se pueden considerar así a los 16 mil niños asesinados, mujeres, ancianos, jóvenes sin ninguna relación con el terrorismo y hasta a sus propios rehenes muertos por fuego amigo. Las dudas se fueron acrecentando día a día. a medida que crecía la masacre, ya que poco profesional se puede considerar a un ejército que mata indiscriminadamente, exponiéndose al mundo como vulgares genocidas e incapaces de recuperar a sus propios rehenes.
Demostrativo de ello, son las palabras del ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, ante la BBC (unos meses antes del último alto el fuego – mayo/2025), afirmando que lo que Israel “está haciendo ahora en Gaza es prácticamente un crimen de guerra”, que se trata de “una guerra sin propósito, una guerra sin posibilidad de lograr nada que pueda salvar la vida de los rehenes”:
https://www.youtube.com/watch?v=S1gMHGVkb6I
En el mismo sentido, el ex primer ministro israelí Ehud Barak hizo un llamamiento a la desobediencia civil contra Netanyahu:
También hay una segunda perspectiva de mira en el tema y se trata de encontrar ganadores en todos estos asesinatos.
En ello, cabe apuntar a dos partes, sin dejar de lado una tercera que son los fabricantes de armas, siempre ganadores. Pero esto es una verdad de Perogrullo.
En la referida perspectiva, los terroristas de HAMAS son ganadores claros en cuanto a sus despreciables objetivos, ya que están garantizando el odio hacia Israel, para varias generaciones palestinas por delante. Eran sabedores de la segura e instintiva reacción vengativa de Israel (mucho más allá del ojo por ojo…) y lo consiguieron plenamente, poco importan los más de 50 mil nacionales muertos, para eso son terroristas fanáticos. Los muertos no importan.
El segundo ganador claro, tiene nombre y apellido, también terrorista, pero de estado, es el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (acompañado por unos jefes matones, sus ministros ultras), que está logrando alargar el conflicto, con lo que consigue que no haya elecciones en Israel y a su vez, no ser juzgado por corrupción.
Quienes son los perdedores? Los pueblos palestinos e israelíes, que no ven ni de lejos la posibilidad de que haya paz en sus territorios.
Los palestinos muertos por millares en las peores condiciones, en una un gran campo de concentración, significa revivir en el s XXI, los horrores que se vivieron en el s XX en los campos de concentración nazis.
El segundo gran perdedor, es el pueblo israelí, que tiene un goteo permanente de muertos, no habiendo prácticamente familia, que no haya pasado por el luto de alguno de sus seres queridos en décadas de irracional conflicto. Además de la desgracia que significa para un pueblo el retorno de una guerra, con su secuela, ya no solo de muertos y heridos, sino de irreparables traumas psicológicos, consecuencia de la barbarie vivida.
Estos traumas, no afectan a los dirigentes, personajes con variadas patologías mentales que les deshumanizan y están privados de sentir empatía hacia las víctimas, resultando en definitiva gravísimo el que puedan llegar a ser dirigentes de una sociedad, porque representan la anti sociedad.
Al cierre de esta edición llega la noticia de un “plan de paz” avalado por la ONU, de momento no se pueden tener muchas esperanzas, sobre todo siendo Donald Trump su gestor, personaje controvertido, impulsivo y populista, que no se puede decir que sea precisamente neutral, vistas sus ideas iniciales de crear un “resort” en la Franja de Gaza mientras morían niños masacrados por el ejército israelí.
Seguramente la mayoría de los dos pueblos no quiere vivir estos horrores, pero tienen los gobiernos que eligen, sobre todo Israel, cuya democracia es, en la práctica, la única de medio oriente, además de ser un país de cultura netamente europea, donde hay libertad de expresión.
Finalmente, cabe preguntarse, si el logro de objetivos de los terroristas de ambos lados, al margen de la sociedad civil, es fruto de la casualidad.
