FUTBOLISTAS VASCOS EXILIADOS EN EL RIO DE LA PLATA

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(Dedicado a la memoria del Dr. Horacio Muñoz, querido amigo hincha de San Lorenzo)

La reciente llegada del jugador Iker Muniaín a San Lorenzo  de Almagro ha renovado recuerdos, no sólo en ese club sino en todo el fútbol argentino.

Este futbolista es vasco, pertenecía al Athletic de Bilbao, tiene 31 años y lo ha contratado San Lorenzo hasta diciembre de 2025.

Los recuerdos se suscitan, porque otros dos grandes jugadores de ese origen fueron ídolos de esa hinchada, aunque su llegada al país se produjo en circunstancias muy especiales.

Poco después de iniciada la guerra civil española, el presidente del País Vasco, José Antonio Aguirre que había sido jugador de fútbol, organizó la llamada selección Euskadi con el objeto de enviarla de gira por el mundo y recaudar fondos para el gobierno vasco, asediado por la sublevación de Francisco Franco contra la República España.

Fueron convocados 19 jugadores y un pequeño cuerpo técnico. Viajaron por varios países del mundo, haciéndolo por vía terrestre o en barco como se diera el caso. La selección Euskadi, jugó en Francia, Checoslovaquia, Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Georgia, Noruega y Dinamarca con resultados diversos. Luego el equipo enfiló hacia el continente americano jugando varios partidos en Cuba y en Méjico. Allí fue autorizado a jugar el campeonato de la liga mejicana 1938/1939 con la denominación de Club Deportivo Euskadi. Finalizada la temporada, los jugadores se enteraron que la guerra civil había terminado con la derrota de la República lamentablemente.

La selección vasca intentó jugar en la Argentina pero no tuvo el apoyo solidario ni del gobierno argentino ni de AFA para ello. Algunos jugadores decidieron volver a su país, pese a la amenazante situación que existía para ellos en España, otros recalaron en el fútbol mejicano y unos pocos hicieron pie en la Argentina. El arquero Gregorio Blasco y el defensor Leonardo Cilaurren jugaron brevemente en River Plate. Sin embargo en San Lorenzo debutó en abril de 1939 Angel Zubieta de sólo veinte años de edad, lateral, un número cuatro para decirlo en términos actuales. Jugó trece temporadas y media en los “gauchos de Boedo”. Integró el equipo campeón de la Copa de la República 1943, un antecedente remoto de la vigente Copa Argentina. La final la disputó contra nuestro General Paz Junior’s con un áspero 8 a 3 para los cordobeses.

En 1946 Zubieta fue nuevamente campeón en un equipo de lujo, conducido por dos virtuosos del balón: René Pontoni y Rinaldo Martino.

Angel Zubieta fue un hombre tan querido en el fútbol argentino, que en una ocasión se lo invitó a vestir la casaca nacional tratándose de un partido amistoso.

El 21 de mayo de 1939, un mes después que Zubieta, debutó en San Lorenzo el gran Isidro Lángara, otro jugador de la selección Euskadi, que en realidad antes de subir al barco, había actuado para el Oviedo, un equipo asturiano. Lángara era un hombre muy alto, que entró a la cancha a jugar contra River evidentemente excedido de peso. La hinchada millonaria se mofó de esta aparición extraña y los seguidores de San Lorenzo estaban entre curiosos y desconcertados. A los 7 minutos de juego, Lángara abrió el marcador. Los de River quedaron mudos, los azulgranas gritaron el gol con alegría y también con dudas. No estaba claro si el delantero había cabeceado realmente o si acaso la pelota había sido impulsada con el hombro. A los 11 minutos empató River, pero a los 35, San Lorenzo ganaba 4 a 1 con tres goles más de Lángara.

Así terminó el primer tiempo. River descontó en la segunda mitad del partido y el juego terminó 4 a 2. Había nacido un ídolo que se hizo muy querido como Zubieta. Lángara reconoció en la revista El Gráfico que tenía que ponerse en línea y así fue. San Lorenzo multiplicó su hinchada con los gallegos, vascos y asturianos, que constituían gran parte de la inmigración extranjera en Buenos Aires.

Este jugador, que había actuado para España el mundial de 1934, se radicó entre nosotros hasta el primer semestre de 1943. Jugó para su equipo unos 120 partidos y convirtió 110 goles. Un promedio de eficacia impresionante, aun para esa época en que había más goles. Cerró su etapa argentina y jugó varios años en Méjico antes de volver a España.

Tal vez el halo de aquellas presencias imborrables de Zubieta y Lángara, le sirvan a Iker Muniaín y lo ayuden a jugar y disfrutar de la Argentina.

Algo sabe de nuestras pasiones deportivas. Ha sido dirigido por el “loco” Bielsa en el Athletic de Bilbao.

Gustavo Orgaz

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Doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Córdoba.
Ex Juez Civil y Comercial en Córdoba.
Ex Profesor de la Universidad Nacional de Córdoba. Fue Titular de la Cátedra de Contratos y ex Profesor de Posgrado en la Maestría de Derecho Civil Patrimonial. Ex profesor de Derecho Deportivo, siempre en la misma Universidad.
Ex integrante del Departamento de Derecho Civil de la Academia de Derecho en Córdoba.